
Bata de protección fabricada por voluntarios, Madrid (España), marzo-mayo de 2020 © Susana Molinero, Madrid
Trabajadores sanitarios y otros profesionales, como los cuidadores de residencias de ancianos, se enfrentaron a la falta de batas de protección. Muchas personas que sabían coser se ofrecieron a ayudar y consiguieron producir, en muchos casos, enormes cantidades de este tipo de prendas.
En Madrid, un grupo de voluntarios se organizó y empezó a coser batas de protección. Muchas personas, a menudo gente mayor, que tenían máquina de coser les echaron una mano. Coordinaron la producción y distribuyeron las batas —a las que pusieron un logotipo en forma de corazón— a hospitales, comisarías de policía, bomberos y personal de la administración pública.
Donada a la Casa de la Historia Europea (Bruselas).