RECONSTRUCCIÓN DE UN CONTINENTE DIVIDIDO
Años inmediatamente posteriores a 1945: Europa está en ruinas, desposeída de todo poder y dividida entre dos potencias mundiales enfrentadas, los Estados Unidos de América y la Unión Soviética.
Unidos por el temor al comunismo, varios países de Europa Occidental emprendieron una senda de cooperación a nivel supranacional para mantener a raya al nacionalismo y desactivar el peligro de guerra.
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RECONSTRUCCIÓN DE UN CONTINENTE DIVIDIDO
1945: Europa estaba en ruinas y su población carecía de alimentos, combustibles y vivienda. Se necesitaban de forma acuciante estrategias de supervivencia y se mantenía el racionamiento implantado en la guerra para que al menos las necesidades básicas estuvieran cubiertas. Había millones de refugiados, exiliados y desplazados en busca todos ellos de cobijo. Europa dependía en gran medida de la ayuda del resto del mundo.
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Se volvieron a trazar las fronteras, y grupos enteros de población fueron forzados a desplazarse. Los aliados occidentales aceptaron el desplazamiento hacia el oeste de las fronteras de Polonia, así como el control, por la Unión Soviética, de los Estados bálticos. También se modificaron las fronteras de Italia, Bulgaria, Rumanía, Hungría y Checoslovaquia. Alemania y Austria fueron divididas en zonas de ocupación.
GUERRA FRÍA
Con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón en 1945, los Estados Unidos se convirtieron en la nueva potencia mundial.
En 1949 la Unión Soviética alcanzaría la misma posición al fabricar su propia bomba atómica.
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Surgieron de nuevo grandes diferencias ideológicas entre las democracias liberales occidentales y el comunismo oriental, lo que aumentó las posibilidades de una nueva guerra mundial.
Los fondos del Plan Marshall fueron ofrecidos a la mayor parte de los países de Europa Oriental y de Europa Occidental, pero la Unión Soviética dio instrucciones a los gobiernos de los países bajo su influencia de que rechazaran la oferta, lo que contribuyó a aumentar la división del continente. Cuando el Plan Marshall finalizó, todos los países receptores habían superado los niveles económicos previos a la guerra.
Tanto el Bloque Oriental como el Bloque Occidental querían presentar su modelo de sociedad como superior al otro. El Bloque Oriental defendía la idea de que la ideología comunista suplantaría al capitalismo y basó su modelo en economías planificadas por el Estado y en un sistema de partido único. Estas características económicas y políticas eran presentadas como una etapa meramente intermedia para una sociedad sin clases y sin Estado.
CREACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Los años cincuenta y sesenta supusieron, para la mayor parte de los europeos, una notable mejora de las condiciones de vida. El crecimiento económico y la implantación del Estado del bienestar trajeron consigo mejores viviendas, educación, atención sanitaria y servicios sociales.
En Europa Occidental, la planificación estatal corrió en paralelo a la reconstrucción del sector privado. Dentro de la órbita comunista, las economías planificadas de gestión estatal controlaban todos los recursos nacionales, interviniendo a discreción y marcando con ello la vida cotidiana de los ciudadanos. Las diferencias entre las economías de mercado y las economías planificadas eran inconfundibles.
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La silla de plástico en forma de S creada por el diseñador danés Verner Panton es un producto típico de este período. Los diseñadores de los países comunistas también estaban deseosos de mostrar sus credenciales creativas, y muy poco después la RDA producía su propia silla en forma de Z.
En este período los sistemas de enseñanza europeos experimentaron enormes cambios. La financiación pública aumentó a todos los niveles gracias a la pujanza económica y al Estado del bienestar, lo que se tradujo en un mejor acceso a la educación para niños y jóvenes: la educación había dejado de ser privilegio de una minoría.
Se construyeron ciudades satélites y enormes complejos siguiendo los principios de la arquitectura moderna. Se levantaron kilómetros y kilómetros de bloques de cemento gris, idénticos entre sí, junto a centros de servicios sociales y de transporte. Los efectos adversos de un funcionalismo tan extremo y de la implacable estandarización estética en las vidas de las personas y en el tejido social no llegarían a reconocerse hasta bastantes años después.
Esta silla de la clínica dental infantil Eastman nos recuerda que la asistencia sanitaria en la Europa de preguerra dependía en buena medida de la generosidad de donantes privados como el empresario estadounidense George Eastman. En los años treinta, Eastman fundó y patrocinó varias clínicas dentales en Europa, que después de la guerra fueron incorporadas a los servicios públicos de salud.
Ser dueño de un coche, antes privilegio de los ricos, era ahora posible para un número cada vez mayor de personas y se convertía en símbolo de la prosperidad europea. Sin embargo, en el Bloque Oriental, donde la producción no satisfacía nunca la demanda, los automóviles eran un objeto de lujo a los que a veces solo se podía acceder tras varios años en listas de espera. FIAT, fabricante italiano de vehículos, vendía licencias de sus modelos emblemáticos en otros Estados del continente.
HITOS DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA I
El control de Europa Oriental por parte de la Unión Soviética y la confrontación de esta con los Estados Unidos de América tras la Segunda Guerra Mundial trajeron al mundo dos nuevos conceptos: Telón de Acero y Guerra Fría. Con el apoyo de los Estados Unidos, mejoraron las condiciones para una cooperación más estrecha en Europa Occidental.
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- Entre dos bloques
- El Congreso de Europa
- La Comunidad Europea del Carbón y del Acero
- Fracaso de la Comunidad Europea de Defensa
- Los Tratados de Roma
- Arquitectos de la integración europea
- La Política Agrícola Común
- El Tratado del Elíseo
- La primera ampliación
En Europa Occidental creció la esperanza de una Europa unida, ya que se sentía cada vez más atrapada entre dos superpotencias. Poco a poco, la idea de Europa como «tercera fuerza» fue preparando el camino para una cooperación transfronteriza reforzada.
Para crear unos «Estados Unidos de Europa», eran necesarios ciertos elementos concretos, como, por ejemplo, un pasaporte y una moneda común. Ya en 1940, una organización autodenominada Movimiento Europeo hizo campaña en este sentido repartiendo tarjetas de identidad y billetes ficticios.
Fíjese en cómo está escrita la palabra EUROP en este lingote de acero de 1953. No aparece la letra final «E», como se escribe en francés, ni la «A», que aparece al final de la palabra en alemán, neerlandés e italiano. Un claro ejemplo que ilustra el compromiso fundamental de la nueva Comunidad Europea del Carbón y del Acero.
MEMORIA DE LA SHOÁ
Silencio, falta de reconocimiento, represión: esa es la forma en que el Holocausto (o Shoá, como se lo conoce en hebreo) fue tratado en la posguerra.
Las naciones, en su ansia por rescatar su autoestima, aparcaron sus sentimientos de culpa y complicidad y se recrearon en sus propios recuerdos de sufrimiento y privaciones. Las nuevas realidades de la Guerra Fría hicieron más fácil desentenderse de los fracasos del pasado.
Hoy, sin embargo, el reconocimiento de este crimen inaudito contra la humanidad se sitúa en el centro de todo discurso sobre la existencia de una memoria europea.
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Los artistas Ritula Fränkel y su esposo, Nicholas Morris, crearon en 2001 la obra de arte Joseph´s Coat (El abrigo de Josef). El abrigo había pertenecido al padre de Ritula, Josef Fränkel, superviviente de la Shoá.